Su cuerpo bañado en sangre, despedazado sobre el suelo. Aquella figura metálica en mi mano, la oscuridad de la habitación, el silencio fúnebre de la noche, la mezcla de cariño, rabia, miedo y arrepentimiento, esos gritos y golpes en mi puerta, las luces y el sonido de las sirenas en la calle, todas esas imágenes quedaron grabadas en mi cabeza, tras despertar de aquella horrible pesadilla.
domingo, 11 de agosto de 2019
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